Durante toda la semana pasada (del 9 al 13 de mayo) realicé un viaje con mis alumno@s para poner punto y final a una etapa académica de su vida, acaban 4º ESO. Por diversas circunstancias no me pudieron acompañar los 28 alumn@s que conforman el grupo, fuimos 16 alumn@s y les acompañamos dos profesoras. El viaje transcurrió por Castilla León y Madrid. Realizamos un periplo precioso y lleno de cultura por ciudades como León, Zamora, Miranda do Douro, Arribes del Duero, Salamanca, Madrid y Segovia. De todos estos lugares, sin ninguna duda, me quedo con Salamanca por su riqueza cultural, su diversidad y cada vez que la visito me llena más su encanto.
No sólo fue un viaje lleno de catedrales, museos etc, algo que nos echaron los alumn@s en cara en diversas ocasiones, sino que hubo también una visita al Parque de ATracciones de Madrid, donde pudieron poner a prueba la resistencia de su corazón en las atracciones más arriesgadas o, según como se vea, más atractivas. Fueron seis horas en el parque y se lo pasaron en grande. Pero no fue este el único día de diversión, al finalizar cada jornada organizábamos veladas con juegos, baile y música (especialmente el dichoso reggaeton), además en cada ciudad había momentos de "tiempo libre": los alumn@s podían deambular a su libre albedrío sin que la mirada atenta y responsable de sus profes les intimidase. Los profes y monitores también tuvimos momentos muy agradables y de diversión, fue un viaje formidable para todos.
Mis queridos adolescentes me han sorprendido una vez más en este viaje, han tenido un comportamiento exquisito, inmejorable y han demostrado una vez más que no todos son unos "porreros", incultos, maleducados e insensibles sino todo lo contrario. También pude disfrutar de esas "hormonas con patas" que andan a mil por hora: lloros sin saber por qué o simplemente porque fulanito/a no me ha mirado o habla con otro/a, miradas y caricias de complicidad, besitos tras el asiento del autocar (a ver si así no se dan cuenta), y por supuesto una despedida tremenda que los ha dejado desconsolados y un deseo de que esto que hemos vivido no se acabe nunca.
¡¡¡ oh juventud divino tesoro!!!
