KLIMTA

A ROOM OF MY OWN

Tuesday, March 01, 2005

FOND MEMORIES

CERRAR UN CICLO

Este domingo cuando leí este artículo me surgieron dudas: ¿por qué obviar el pasado?, ¿por qué renunciar a él?, ¿esa losa que llevo encima me impide llevar una vida feliz en el presente?. Estas dudas aún no han obtenido respuesta pues la reflexión continúa. Está claro que los gratos recuerdos del pasado permanecen en mi corazón, no en las cosas, pero sí es cierto que produce cierto agrado abrir un buen día un cajón y encontrar un mínimo detalle que te hace volar hacia aquel momento en que alguien te lo regaló, lo cogiste, te sitúa en el lugar en donde estabas, con quién estabas y qué hacías.
A medida que avanzan los años, y no tengo tantos, recordar el pasado me produce tristeza, en ocasiones, y en otras cierta alegre añoranza de tiempos mejores, más tranquilos, inocentes, sin tantos quebraderos de cabeza, la tierna infancia o la explosiva adolescencia.
A pesar de lo que nos dice P. Coelho, es invevitable deshacerse del pasado que cada uno/a de nosotros/as hemos vivido y nos acompañará y marcará nuestro presente y futuro, por mucho que nos pese.
Me gustaria agradecer a los que han llenado mi pasado, llenan mi presente y espero que sigan ahí ............. ( vosotros/as ya sabéis quien sois y algunos/as en especial).

DESHACERSE DE CIERTOS RECUERDOS SIGNIFICA DEJAR ESPACIO LIBRE PARA OTROS

Monday, February 28, 2005

Durante toda la mañana se había sorprendido pensando en el cuento que su página de Internet le había contado el día anterior. ¿Sería eso el amor?¿Una entrega tan desinteresada como para darlo todo sin ninguna recompensa que no sea el beneficio del amado? Si efectivamente era eso, ella no había amado nunca y lo que es peor, quizás nunca había sido amada verdaderamente. Estaba deseando volver a casa para volver a preguntar sobre el amor.
Recién a las 7 de la tarde pudo llegar a su piso. Se sentó frente al ordenador y abrió la página de palabrasalacarta.com. Esta vez tipeó en el recuadro:

AMOR VERDADERO

… "Amor" es posiblemente una de las palabras más usadas en los últimos doscientos años. A su sombra se han justificado las atrocidades más espantosas y se han explicado las actitudes más solidarias. Los santos, los dictadores, los bondadosos, los asesinos, los sacerdotes y los hechiceros, los eruditos y los analfabetos, los amantes y los desamorados; todos hablan de amor y muchos de ellos ni siquiera saben de que están hablando.
Definir sentimientos es de todas maneras un gran desafío y un reto imposible de salvar completamente, sin embargo podemos aproximarnos, compartiendo nuestras ideas acerca de ellos.
No escribiré aquí sobre el amor de las novelas románticas, eterno y excluyente; ni sobre el amor de las tragedias griegas, dramático e irresistible sino sobre el amor de nuestros tiempos, sobre nuestro amor; un amor que no es ningún sentimiento sublime, reservado para unos pocos ni tampoco algo que se siente exclusivamente en un momento de la vida frente a una única persona.
Un amor posible y real, que está íntimamente emparentado con lo que cotidianamente llamamos "querer mucho" a alguien. Si definimos el querer como "el más puro interés por el bienestar de otra persona" podremos entender que amamos cuando sentimos que nos importa muchísimo el bienestar de otro.
El amor "verdadero" es pues, el verdadero interés por lo que le suceda a alguien; sea ese alguien tu hijo, tu madre, tu pareja, tu vecino o el prójimo anónimo y desconocido. Estoy diciendo que si alguien por cercano que sea, no se interesa en lo que te sucede, no pregunta por tus cosas, nunca tiene espacio para escucharte y mucho menos para tenderte una mano deberás asumir (aunque sea doloroso) que mucho no te quiere, aunque ande dejando cartitas y haciéndote regalos todos los meses. Puede sonar doloroso y contundente, pero así es.
Por el contrario, la persona que se ocupa de tí y le importas; la que se alegra con tus logros y te acompaña en un momento difícil pero respeta tus tiempos y tus elecciones; la que siente interés por lo tuyo sin querer poseerte; esa persona posiblemente te quiere aunque te grite que nunca te quiso, aunque jure y perjure que ya no te quiere más.
Todos los filósofos, pensadores, religiosos y terapeutas de la historia han creado su propia definición acerca del amor.
De entre ellas quiero dejar aquí la que Josef Zinker propone en su libro "El proceso creativo": El amor es el regocijo por la sola existencia de la persona amada.
Y también, porqué no, la mía.
El amor es la sincera decisión de ocuparse en crear un espacio de libertad para la persona amada. Un espacio tan grande y no condicionado como para que ella pueda elegir lo que desee: aun cuando su decisión no me agrade, aun cuando su elección no me incluya.