EL ABURRIMIENTO

Under the Sea by Kim Hunter

Leyendo, hace ya unos días, una noticia acerca de la drogodependencia en la adolescencia, me llamó mucho la atención una frase de una de las chicas en proceso de rehabilitación: " O porros o futbolines. Ésa era la vida que llevaba con la pandilla. Tampoco teníamos muchos temas de conversación, así que fumábamos" La terapeuta de esta chica apunta una de las claves de los diversos problemas de nuestros adolescentes: pobreza de recursos.
Desde mi balcón profesional, que es un puro observatorio de adolescentes, confimo totalmente esta idea, nuestros adolescentes carecen de alicientes, recursos para divertirse, imaginación, no tienen temas de conversación, en definitiva, adolecen del mal de aburrimiento.
Algunas de las causas de esta apatía generalizada se debe, según mi opinión, a: falta de interés por conocer, saber, culturizarse, asocian continuamente saber, aprender con estudiar, "chapar", no tienen el enfoque del conocimiento, no tienen curiosidad por saber lo que sucede en el mundo (la prensa es lenguaje chino para ellos), y por supuesto el sentido crítico es totalmente nulo. Se han vuelto demasiado individualistas, los videojuegos, internet, chats, discman, etc son actividades todas ellas muy positivas pero en exceso conducen al aislamiento de la persona. La comunicación con sus familias ya es por la naturaleza de su edad muy escasa, pero ésta se ve incrementada con estas actividades.
Esta chica destacaba la carencia de comunicación entre sus amigos lo cual no es de extrañar, pues esta generación de adolescentes vive pegada al teléfono móvil, sms y al chat, (útiles que también fomentan la individualidad), por consiguiente cuando se encuentran cara a cara con sus amigos ya no tienen nada que contarse. En ocasiones, cuando se desplazan con su pandilla a algún lugar, cada uno lleva su discman, y lo van escuchando, con lo cual no se hablan, como mucho se prestan el auricular.
Nuestros adolescentes se aburren y deberíamos echarles un cable, si bien es verdad que es una etapa difícil, esto no lo soluciona nadie, es la naturaleza pero sí podemos ayudarles a que su pánico y su sufrimiento adolescente sea más llevadero y no tengan que buscar refugio en hábitos que destrozan su vida al completo. En las manos de aquell@s que ya hemos pasado esta etapa, que ya sabemos cómo se vive y que tenemos más luces acerca de la vida que ellos, está la posibilidad de que nuestros adolescentes cambien.